Previniendo la paternidad accidental: Estrategias clave
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En el episodio de hoy, quiero hablar sobre algo que creo que les ha sucedido a muchas familias. En el pasado, cuando nuestro hijo hacía algo fuera de lo normal, era muy común comprar un libro sobre educación, investigar de forma online, hablar con otros padres e intentar encontrar una solución. Después de mucho indagar, mucha lectura y varias conversaciones, terminábamos encontrando una técnica de paternidad que nos encajara. Entonces decidíamos probarla con nuestra familia. Y aunque invertimos energía y lo hacemos lo mejor que podemos, a veces obteníamos resultados poco recomendables. Y eso puede suceder incluso cuando el método que estamos usando se supone que es infalible. Al final, nos sentimos que fracasamos y nos culpamos a nosotros mismos por ello.
De eso quiero hablar hoy: algo que yo llamo “paternidad accidental”. Y la paternidad accidental realmente no sucede por nuestra culpa. Más bien, tiene que ver con usar una técnica o enfoque de paternidad que no se adapta y no logra que conectemos con nuestro hijo en el punto en el que se encuentra en su viaje de desarrollo en ese momento concreto. En algunos casos, podríamos estar pidiendo demasiado a nuestro hijo, o quizá demasiado poco. Pero al final, el fallo está en la técnica de paternidad porque no es la adecuada.
Es este desajuste lo que llamo paternidad accidental, y de eso quiero hablar en el episodio de hoy. Actualmente, la gran mayoría de los padres con los que trabajo tienen toda la intención de ser padres responsables, involucrados y amorosos, y confío en que ese es su objetivo. Pero normalmente, para cuando han llegado a mi consulta, la mayoría de ellos han invertido una gran cantidad de dinero, tiempo, energía y amor en sus pequeños, solo para descubrir que el método que han utilizado no ha funcionado como esperaban. En esta realidad se pone de manifiesto muchos sentimientos importantes. Los padres expresan frustración, decepción, sentimientos de inseguridad y a veces incluso vergüenza.
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